domingo, 12 de abril de 2009

Santa Semana: por favor, suban de uno en uno en la báscula.

Se acabó.

La Semana Santa es como Navidades 2: EL RETORNO (leído asi con voz seca de ultratumba). Comida por doquier y todo con alguna escusa religiosa. Escusa absurda además, porque lo único que saco yo en claro de S.S., religiosamente hablando, es que María Magdalena era un poco 'liberal', y tampoco tiene mucha relación. Además las magdalenas siempre se quedan duras cuando las dejas al aire, y las galletas (que para colmo, se llaman María), son las que se quedan blandas. Un enigma... y un drama...

Queda claro que la Semana Santa, como tal, es para otros, no para mí, y seguro que apra tí también. Seguro que las restringen para gente creyente y más de uno levantaría la mano en contra, todo por nuestras vacaciones. Como, menos mal, que eso no sucede, los demás nos dedicamos a comer como hacemos el 80% del tiempo cuando lo tenemos libre.

Y yo, que soy muy beato para algunas cosas, lo he cumplido a rajatabla y me he dedicado a comer. Todos tenemos un "momento religisoso" en nuestras vidas, así que os recomiendo comer todo aquello de Semana Santa que se os ponga pro delante. Espero que sepáis de qué os hablo, como buenos españoles, así que no me voy a detener y os voy a recomndar todo lo contrario a lo que se come en esta época: toneladas de azucar.

La Mazmorra. Tratando temas religiosos, y comos sois todos inquisidores sodomitas relamidos, os mando a las mazmorras. Grasa y aceite por doquier en la Calle Cava de San Miguel 6. Se va, desde la Plaza Mayor, si entráis por la típica entrada desde la Puerta del Sol, por la completamente opuesta, dónde está el famoso bar-restaurante de tapas-karaoke "La Reja". La Mazmorra también es de tapas, comes mucho por poco dinero, y la sangría está también rica, asi que la relación calidad-precio está bien. Está ambientado como en un castillo, con algunas cosas típicas como lanzas, escudos, ventanas de la época, etc. y además las mesas y sillas son muy pequeñitas, como las que se usaban también. El ambiente es chulo y la atención es muy campechana, son bastante majos y amables con el público, cosa que es de agradecer y que no tienen los sitios estos rarunos que abundan ahora. Así que si un día queréis cambiar de aires, y en lugar de ir a lo típico, como La Latina o Huertas, y per qué no?, ahorraros unos eurillos, acercaros a La Mazmorra, que repetiréis.

Ahora, como en Navidades, Operación Bikini: EL REENCUENTRO.

.

1 comentario:

Mala dijo...

Qué cruelllllll!!! no hace falta recordarlo, ay ay ay... la lorzilla ha vuelto. Harán efecto los yogures de Paz Vega?